Wednesday, May 16, 2007

La Mansedumbre. Meekness

"Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia..."
Colosenses 3:12

Continuamos nuestro estudio bíblico del capítulo tres de Colosenses, en la sección que habla de las prendas que debemos ponernos como seguidores de Jesucristo. Lo último que vimos fue que la humildad es esencial y que existe una conexión directa entre humildad y oración en la vida del creyente. Ahora nos toca vestirnos con la cuarta prenda: mansedumbre.

La Biblia dice:
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”. ¿Qué significa ser manso? Según la Biblia, ¿qué es mansedumbre? Los mansos son aquellos que dependen de Dios porque saben que Él va a hacer su obra. Son lo opuesto al hombre autosuficiente, al que asegura tener éxito o poderlo conseguir gracias a su propio esfuerzo.

El hombre manso recibe la obra de Dios en su vida como justa y correcta, aunque a veces no la entienda. Cuando los enemigos lo atacan, reconoce que Dios permite esa situación para ser purificado y hecho completo en Cristo. El hombre manso es aquel que reconoce que Dios tiene el control y que así puede descansar confiadamente en Él.

La primera vez que se usa la palabra manso en la Biblia es en el capítulo 12 de Números. Moisés es atacado por sus propios hermanos. Aparentemente, ellos se quejan y rebelan porque Moisés se ha casado con una egipcia, pero el verdadero problema es que quieren tener la misma autoridad de Moisés. No le gustan las decisiones que toma su hermano y están hartos de tener que someterse a él. Pero Moisés, en vez de discutir con sus hermanos o defenderse ante ellos, simplemente confía en Dios y permite que él haga su obra. Números 12:3 dice:
“Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra”.

El hombre manso, consciente de que Dios está obrando, deja que el Espíritu Santo actúe en su vida. Es guiado por el Espíritu y no por la carne. El manso sabe que heredará la tierra en el tiempo del Señor y por lo tanto, espera con paciencia. Gracias a que la mansedumbre ha producido paciencia en su vida, el hombre manso posee una gentileza que sólo viene de Dios.

Como ven, ya estamos llegando a tener una vida fructífera. Nos ponemos prendas que tienen que ver con el fruto del Espíritu Santo. (Gálatas 5:22-23).




"Therefore, as the elect of God, holy and beloved, put on tender mercies, kindness, humility, meekness, longsuffering..."
Colossians 3:12

In continuing our study of Colossians 3 we’re looking at the things that we have to put on as followers of Jesus Christ. We’ve seen that humility is essential and that there is a direct connection between humility and prayer in the life of the believer. The next thing we have to put on is meekness. The Bible says that the meek will inherit the earth, but what is meekness? When we study the bible we see that the meek people are the ones that depend on God to do His work. They’re the opposite of the self driven or self made man.

The meek man accepts God’s work in his life as just and good even when he doesn’t understand. He recognizes that when the enemies attack, God is permitting that attack. He knows that God uses attacks from the enemies so that he can be purified and made complete in Christ. The meek person is the one that recognizes that God is still in control and therefore, is able to rest in Him.

The first time that the word meek appears in the Bible is in Numbers 12 when Moses is being attacked by his own brother and sister. They’re rebelling against Moses because he has married an Ethiopian woman, but the real cause of their complaint is that they want to have the same authority that he has. They don’t like the way he’s doing things. They’re tired of having to submit to their brother Moses. Instead of trying to argue with them or defend his position, Moses simply trusts in God and allows God to do His work. Numbers 12:3 says, “Now the man Moses was very meek, above all the men which were upon the face of the earth.”
[1]

Knowing that God is at work, the meek person allows the Holy Spirit to work in his life. He’s guided and directed by the Spirit rather than the flesh. The meek person knows that he or she will inherit the earth in God’s time and waits patiently. Due to the patience produced by this meekness, there is a gentleness that is produced in the life of the meek. As you can see, now we’re getting into the really good stuff because as we put these things on, we’re seeing the fruit of the Spirit being produced in our lives. (Galatians 5:22-23).

Put on meekness on today.

[1]The King James Version, (Cambridge: Cambridge) 1769.

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