Si Dios te ha llamado a ser realmente como Jesús, El te traerá a una vida de crucifixión y humildad y pondrá sobre ti demandas de obediencia. No podrás compararte con los otros cristianos y en muchas maneras El, aparentemente permitirá a la otra gente buena hacer cosas que nunca te permite a ti hacer.
Otros cristianos y ministros que parecen ser muy religiosos y útiles, los que saben promocionar y desarrollar proyectos, llevar a cabo metas cristianas… pero estas cosas tu simplemente no podrías hacer. Otros se jactan de sus escrituras o sus éxitos pero el Espíritu Santo no te permite hacerlo en ninguna manera y si lo intentas una vez, El te llevará a una mortificación que te hará despreciarte a ti mismo y todas tus buenas obras.
Otros serán permitidos a tener éxito en hacer mucho dinero pero es muy probable que Dios te mantenga en la pobreza porque él quiere que tengas algo que vale mucho más que el oro, a saber el depender desamparadamente de él y experimentar el gozo de esperar en él completamente, por tus necesidades día tras día de su tesoro invisible.
El Señor tal vez dejará a otros ser honrados mientras que te mantiene escondido y no apreciado, porque él quiere producir un fruto fragante y especial para Su gloria venidera, que solo puede ser producido en la sombra.
Quizás permitirá a otros trabajar por él y recibir el crédito por su trabajo mientras te manda a trabajar y trabajar y trabajar sin saber cuanto estas haciendo y así, hacer tu obra preciosa más preciosa todavía. Tal vez permitirá a otros tomar el crédito por lo que has hecho y así premiarte diez veces más cuando venga Jesús. El Espíritu Santo te va a reprochar por palabritas o cosas que haces o hasta sentimientos o por perder el tiempo. Son cosas que no son preocupantes para otros cristianos pero tienes que decidir en la mente que Dios es un Dios infinito y Soberano y que tiene todo el derecho de hacer lo que quiere con lo suyo. Tal vez no te explicará un mil cosas que son rompecabezas para ti, en cuanto a porque Dios te trata como te trata pero si estás dispuesto a someterte a él en todo, él te envolverá en un amor celoso y derramará sobre ti las bendiciones que solo llegan a los que están cerca de Su corazón.
Decídete entonces, que él tendrá el privilegio de probar tu lengua, encadenar tu mano y cerrar tus ojos en maneras que Él decide aún, cuando parece que no lo hace con los demás. Ahora, cuando estás poseído del Dios viviente y tu corazón secreto será deleitado y satisfecho con esta custodia y gestión peculiar, personal, privada, y celosa del Espíritu Santo sobre tu vida, verás que ya has entrado al vestíbulo del cielo.
G.D. Watson
If God has called you to be really like Jesus, He will draw you into a life of crucifixion and humility, and put upon you such demands of obedience, that you will not be able to measure yourself by other Christians; and in many ways He will seem to let other good people do things which He will never let you do.
Other Christians and ministers, who seem very religious and useful, can push themselves, pull wires and work schemes to carry out their Christian goals, but these things you simply cannot do.
Others may boast of their writings or their success, but the Holy Spirit will not allow you to do any such thing, and if you ever try it, He will lead you into some deep mortification that will make you despise yourself and all of your good works.
Others may be allowed to succeed in making money, but most likely God will keep you poor, because He wants you to have something far better than gold, namely, a helpless dependence on Him and the joy of seeing Him supply your need day by day out of an unseen treasury.
The Lord may let others be honored and keep you hidden and unappreciated because He wants to produce some choice, fragrant fruit for His coming glory, which can only produce in the shade. He may let others do a work for Him and get the credit for it, but He will make you work on and on without knowing how much you are doing, and then, to make your work still more precious, He may let others get the credit for the work which you have done, and thus make your reward ten times greater when Jesus comes.
The Holy Spirit will rebuke you for little words or deeds or even feelings, or for wasting your time, which other Christians never seem to be concerned about, but you must make up your mind that God is an infinite Sovereign and He has a right to do whatever He pleases with His own. He may not explain to you a thousand things which puzzle your reason in the way He deals with you, but if you will just submit yourself to Him in all things, He will wrap you up in a jealous love and bestow upon you many blessings which come only to those who are very near to His heart.
Settle it, then, that He is to have the privilege of trying your tongue, or chaining your hand, or closing your eyes, in ways that He does not seem to use with others. Now, when you are so possessed with the living God that your secret heart becomes pleased and delighted with this peculiar, personal, private, jealous guardianship and management of the Holy Spirit over your life, then you will have entered the very vestibule of heaven itself.
G.D. Watson
Tuesday, September 12, 2006
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2 comments:
Hola Pastor
Amen a eso es muy cierto que la gracia de nuestro senor jesucristo abunde en nuestro corazones
marco laura
Marco,
Gracias por tu "amen". Tal vez hay muchos que no comprenderán lo que Watson ha dicho. No va con la doctrina de la prosperidad y las "nuevas doctrinas" de la Iglesia.
Brian
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