Monday, September 04, 2006

The Will of God La Voluntad de Dios

“…that ye may prove what is that good, and acceptable, and perfect, will of God. Romans 12:2

But how may we know God’s will? That is not always easy. Yet the difficulty is not in Him. He does not wish us to grope painfully in the dark. Nay, He is ever giving us many signs and hints as to the way we should take, too delicate to be perceived by the coarse eye of sense, but clear enough to those who are divested of self-will and pride, and only anxious to know and do the holy and acceptable and perfect will of God. It is a mistake to seek a sign from heaven; to run from counselor to counselor; to cast a lot; or to trust to some chance coincidence. Not that God may not reveal His will thus; but because it is hardly the behavior of a child with its Father. There is a more excellent way. Let the heart be quieted and stilled in the presence of God; weaned from all earthly distractions and worldly ambitions. Let the voice of the Son of God hush into perfect rest the storms that sweep the lake of the inner life, and ruffle its calm surface.


Let the whole being be centered on God Himself. And then, remembering that all who lack
wisdom are to ask it of God, and that Jesus Christ is already made unto us wisdom, let us quietly appropriate Him, in that capacity, by faith; and then go forward, perhaps not conscious of any increase of wisdom, or able to see far in front; but sure that we shall be guided, as each new step must be taken, or word spoken, or decision made. It is an immense help in any difficulty to say, “I take thee, Lord Jesus, as my wisdom,” and to do the next thing, nothing doubting; assured the He will not permit those how trust in Him to be ashamed.
F.B. Meyer

"...comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta." Romanos 12:2

¿Como podemos conocer la voluntad de Dios A veces no es fácil. La dificultad no es por parte de Él. Él no quiere que busquemos dolorosamente en las tinieblas. No, Dios siempre está enviándonos muchas señales y pistas acerca del camino que debemos seguir. Son señales demasiado delicadas para poder ser detectadas por el sentido del ojo, pero suficientemente claras para aquellas personas despojadas de la voluntad propia y el orgullo, para aquellas personas que están ansiosas de conocer y hacer la santa, aceptable y perfecta voluntad de Dios. Es una equivocación buscar una señal del cielo; correr de consejero a consejero; echar suertes o confiar en coincidencias o casualidades. No es que Dios no podría revelar su voluntad así. Es porque así no es la conducta de un hijo con su papá. Existe una manera mejor. Dejar el corazón estar quieto y en silencio en la presencia de Dios: Separado de todas las distracciones y ambiciones mundanas.

Permitir la voz del hijo de Dios callar en descanso perfecto las tormentas que remueven el lago de la vida interna e irritan la superficie que estaba tranquila antes. Dejad el ser completo encontrar su equis en Dios mismo. Recordad que todos aquellos que les falta la sabiduría deben pedírsela a Dios y que Jesucristo ya es la sabiduría para nosotros. Tranquilamente la apropiamos a Jesús en esta capacidad por fe. Luego seguimos adelante, tal vez no conscientes de un aumento en sabiduría o capaces de ver más allá pero seguros que estaremos siendo guiados mientras que tomamos cada paso necesario o hablamos cada palabra o tomamos cada decisión. Es un apoyo inmenso en cualquier dificultad poder decir, “Yo te tomo a ti como mi sabiduría Señor Jesús” y luego hacer la cosa que nos espera sin dudar; con la certeza que él no permitirá a aquellos que confían en él, de ser avergonzados.
F.B. Meyer