Tuesday, January 03, 2006

Soldiers, Athletes and Farmers Soldados, Atletas y Labradores

This morning we had our weekly missionary meeting. We read 2 Timothy 2:3-6
You therefore must endure hardship as a good soldier of Jesus Christ.4 No one engaged in warfare entangles himself with the affairs of this life, that he may please him who enlisted him as a soldier.5 And also if anyone competes in athletics, he is not crowned unless he competes according to the rules.6 The hard-working farmer must be first to partake of the crops.[1]

We saw that as disciples we are called to be soldiers of Christ. Soldiers are always ready to fight but most importantly, a good soldier always submits to his leaders. He realizes that if his squadron is to win the battle they must be willing to work as a team following directions and orders at the time they are given.

Another example of what it means to be a disciple of Christ is to be like an athlete. A real athlete is willing to deny his own desires and sacrifice his body so that he can win the prize. He trains everyday. It should be the same with us a Christians.

The third example that Paul gives Timothy is that of a farmer. A farmer has to live by faith. He believes that sowing the seed will produce a harvest. If it were not so he would be better off eating the grain rather than sowing it. A farmer trusts the Lord for a harvest. A farmer needs patience. The harvest doesn’t come immediately, but it will come.

May we sow in faith and with patience. May we be willing to always obey our commander Jesus Christ. In the same way that an athlete is willing to sacrifice pleasures and discipline himself we are willing to do the same so that we will win the prize.


Esta mañana leímos 2 Timoteo 2:3-6 en nuestra reunión de misioneros.

3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.

Vimos que como discípulos hemos sido llamados a ser soldados de Jesucristo. El buen soldado siempre está listo a batallar pero hay algo más importante aquí. El soldado siempre se somete a sus líderes. El soldado sabe que si su escuadrón va a ganar la batalla existe la necesidad de trabajar en equipo siguiendo las direcciones y ordenes de los líderes en el momento que son dados.

Otro ejemplo de lo que significa ser discípulo de Jesucristo es el de un atleta. El atleta es dispuesto a negar sus propios deseos a sacrificar su cuerpo para que pueda ganar el premio. Entrena todos los días. Debe ser igual con nosotros como cristianos.

El tercer ejemplo que Pablo le da a Timoteo es el del labrador. El labrador tiene que vivir por fe. El cree que sembrando la semilla cosechará una gran cosecha. Si no fuera así sería mejor comer el grano de trigo en vez de sembrarlo. El labrador confía en el Señor en cuanto a la cosecha. El labrador necesita paciencia. La cosecha no aparece al toque pero vendrá.
Espero que podamos sembrar en fe y paciencia. Que estemos siempre dispuestos a obedecer a nuestro comandante Jesucristo. En la misma manera que el atleta está dispuesto a sacrificar los placeres y disciplinarse a si mismo nosotros estamos dispuestos a hacer lo mismo para que podamos ganar el premio.

Pastor Brian

[1]The Holy Bible, New King James Version, (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, Inc.) 1982.

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