Matthew 17 tells the story of the transfiguration. There are a lot of lessons to be learned regarding what happened when Jesus was seen in His glory there as he spoke with Moses and Elijah but today I want to write about what was happening down in the world while Jesus was up high. A man had brought his son to the disciples. He was looking for help because his son was demon possessed. I’m a father of three and I can’t imagine the desperation that this man must have felt. To add to his misery, the disciples weren’t able to help. They had cast out demons before but this one was too tough for them. I’m not sure what the other disciples were thinking when Jesus took Peter, James and John up the mountain with Him. I do know human nature though. When we see God using other people and we are waiting off to the side we have the tendency to take it easy. We want to rest. Sometimes we even get a little discouraged or even mad that we weren’t selected. The point is that while Jesus was up on the mountain the rest of the disciples had their opportunity to minister but they weren’t ready. They weren’t up to the task. The next time you see God using others in great ways or see that others are really learning a lot about the Lord, hang in there. You’ll have your chance but the important thing is to be ready. The important thing is to continue to grow in the faith in the mean time. Sometimes God allows us to go through times when we are not ministering. We should take advantage of these times to grow even more in the word of God and in the faith. Faith comes by hearing the word of God.
Mateo 17 cuenta la historia de la transfiguración. Hay muchas cosas que se pueden aprender acerca de que pasó cuando Jesús estaba siendo glorificado mientras que hablaba con Moisés y Elías. Hoy quiero escribir acerca de lo que estaba pasando en el mundo debajo de la montaña mientras que Jesús estaba arriba. Un hombre había traído a su hijo a los discípulos. Estaba buscando apoyo porque su hijo estaba poseído por un demonio. Soy Padre de tres hijos y no puedo imaginar como sería estar en una situación así. El hombre estaba desesperado. Añadiendo a su miseria los discípulos no podían ayudar. Ellos habían expulsado demonios antes pero este caso era demasiado difícil para ellos. No sé exactamente lo que estaban pensando los demás discípulos cuando Jesús llevó a Pedro, Jacobo y Juan al monte con él pero si, se como es el ser humano. Cuando vemos a Dios usando a otra gente y estamos esperando a Dios usarnos a nosotros también tenemos la tendencia a la flojera. Queremos descansar. A veces también nos desanimamos o hasta nos enojamos porque Dios no nos ha escogido a nosotros. Lo que quiero hacerles ver es así, mientras que Jesús estaba en el monte los demás discípulos tuvieron su oportunidad de ministrar pero no estaban listos. No estaban preparados para la tarea. La próxima vez que ves a Dios usando a otros en grandes maneras o que las otras personas están aprendiendo mucho y creciendo en la fe, ten paciencia. Tendrás la oportunidad pero lo más importante es estar listo. Es muy importante seguir creciendo en la fe por mientras. Tenemos que aprovechar de los tiempos cuando no estamos ministrando mucho. Durante de estos tiempos podemos crecer en la palabra y en la fe. La fe viene por el oír y oír la palabra de Dios.
Tuesday, February 28, 2006
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