Monday, March 05, 2007

La Perseverancia En La Oración Persevering Prayer

“Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.” 1 Reyes 18:41-44

La semana pasada les hablé este pasaje y vimos que la oración verdadera es importante. Cuando oramos así nos humillamos delante de Dios y le buscamos. Es la oración que requiere fe después de haber recibido una promesa de Dios. Es por esta promesa de Dios que podemos orar con fe. Elías tenía la fe suficiente para orar y seguir orando aunque no consiguió la respuesta de inmediato. Como cristianos, necesitamos aprender orar con perseverancia. Orar con perseverancia la agrada a nuestro Señor. La oración que persevera es aquella que hacemos después de habernos puesto toda la armadura de Dios. Y después de haber acabado todo, estamos firmes. Así velamos en oración y oramos en todo tiempo con toda oración y súplica. La oración que persevera es la oración que toma la ofensiva. Es la oración que está lista a destruir las fortalezas que Satanás ha construido hace tiempo. Es la oración que continúa hasta que es hecha la voluntad. Jesús dijo que tenemos que “orar siempre y no desmayar”. (Lucas 18:1)

¿Por qué debemos perseverar? ¿Porque el Señor no nos concede nuestras peticiones inmediatamente? Una parte de la respuesta tiene que ver con lo que la oración perseverante produce en nosotros. Andrew Murray dijo: “No hay nada que examina nuestro corazón como la oración que te enseña a descubrir y confesar y dejar todo lo que impide la llegada de la bendición; todo lo que no sea conforme con la voluntad del Padre. Esta oración nos lleva a una comunión más íntima con el único que puede enseñarnos a orar, a una entrega más completa para que no nos acerquemos a ninguna cobertura que no sea la de la sangre y del Espíritu. Requiere de nosotros un parecer en Cristo más simple y sólo en Cristo. Cristiano, dale tiempo a Dios. Él perfeccionará lo que te preocupa.”

Entonces sigamos orando. En su tiempo, Dios nos concederá nuestra petición y seremos mejores por haber pasado tiempo en oración.


1 Kings 18:41-44
Then Elijah said to Ahab, “Go up, eat and drink; for there is the sound of abundance of rain.” So Ahab went up to eat and drink. And Elijah went up to the top of Carmel; then he bowed down on the ground, and put his face between his knees, and said to his servant, “Go up now, look toward the sea.” So he went up and looked, and said, “There is nothing.” And seven times he said, “Go again.” Then it came to pass the seventh time, that he said, “There is a cloud, as small as a man’s hand, rising out of the sea!” So he said, “Go up, say to Ahab, ‘Prepare your chariot, and go down before the rain stops you.’
[1]

Last week we looked at this passage and we saw that real prayer is important. The kind of prayer where we humble ourselves before the Lord and look to Him is what we’re talking about here. It’s the kind of prayer that prays in faith after having received a promise from the Lord. Because of God’s promise we can pray in faith. Elijah had enough faith to pray and to continue praying even though he didn’t see the answer to his prayer right away. Persevering faith is what we need to learn about as Christians. Praying with perseverance is pleasing to the Lord. Persevering prayer is the kind of prayer that is done when we have put on the whole armor of God. After having done all we stand, we watch to the end and we pray always with all prayer and supplication.

Persevering prayer is prayer that is on the offensive. It’s prayer that is ready to take down strongholds that have long been held by Satan. It’s prayer that continues until Gods will has been done. Jesus said, “Men ought always to pray and not to faint. (Luke 18:1)

Why do we have to persevere in prayer? Why doesn’t the Lord just give us what He has promised right away? Part of the answer lies in what persevering prayer does in us. Andrew Murray said, “There is nothing so heart-searching as the prayer of faith. It teaches you to discover and confess, and to give up everything that hinders the coming of the blessing, everything there may not be in accordance with the Father's will. It leads to closer fellowship with Him who alone can teach us to pray, to a more entire surrender to draw near under no covering but that of the blood and the Spirit. It calls for a closer and more simple abiding in Christ alone. Christian, give God time. He will perfect that which concerns you.”

[1]The Holy Bible, New King James Version, (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, Inc.) 1982.

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