Friday, March 09, 2007

El Jorobado The Hunchback




Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado, o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano, o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado. Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Hay defecto en él; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.
Levítico 21:18-21


¿Qué es un jorobado? Investigué un poco y aprendí que la mayoría de los que padecen este mal tienen en común el no haber mantenido una buena postura corporal durante años. Siempre que se sentaban, paraban y caminaban, lo hacían medio agachados. De tal modo que el peso de su propio cuerpo acabó por deformar la columna y espalda. Los expertos advierten que tal condición llega a ser dolorosa, vuelve difícil la respiración y en casos extremos es causa de muerte. Por favor ¡siéntate derecho mientras lees esto!

La persona que tiene una joroba es incapaz de cargar cosas pesadas porque la columna ya no resiste más peso. Por ello, un jorobado no podía servir en el tabernáculo ni el ministerio. Desde el punto de vista espiritual, este pasaje nos habla de las personas que siempre cargan todo el peso del ministerio sobre sus hombros. Viven una vida pecaminosa porque siempre andan preocupados. Sí, preocuparse es pecado. En el capítulo 6 de Mateo, Jesús dice, por lo menos cinco veces, que no debemos preocuparnos. La preocupación es un pecado porque no permite que, en nuestras vidas, Dios sea Dios. Cuando nos preocupamos actuamos como si Él ya no tuviera el control ni fuera capaz de solucionar aquello que nos preocupa. Hay personas que se preocupan tanto que para ellos preocuparse es una costumbre. Incluso cuando todo va bien se preocupan porque piensan que acaso algo debe de andar mal. Lo opuesto a la preocupación es la fe, la confianza en Dios. La fe es lo que agrada a Dios. La fe permite que estemos tranquilos y esperemos a ver lo que hará Dios, en Su tiempo, con esas situaciones difíciles.

Algunas razones por las cuales no debemos de preocuparnos son:

1. La preocupación no glorifica a Dios.
2. La preocupación nos distrae del ministerio al que Dios nos ha llamado y nos quita la energía para poder llevarlo a cabo.
3. La preocupación pone el enfoque en nosotros y nuestra capacidad para solucionar los problemas en vez de enfocarnos en Dios y buscar cómo ministrar a otros.
4. La preocupación trae consecuencias físicas y emocionales que a largo plazo pueden ser dañinas.


También existen otras razones pero éstas deben ser suficientes para convencernos.
Si el Señor nos manda a confiar en Él y dejar de preocuparnos, quiere decir que es posible hacerlo. Con la influencia del Espíritu Santo, podemos decidir confiar en el Señor y dejar de preocuparnos.


Si después de haber leído esto te das cuenta de que recientemente has estado muy preocupado, y esto a su vez te tiene preocupado, deja de preocuparte. Pídele a Dios su apoyo. También será importante que pases tiempo en la palabra. Y una cosita más: sería bueno que recordaras los momentos en que has estado preocupado y cómo aun en esas ocasiones, Dios fue fiel. Esta vez Él tampoco te decepcionará.

Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente. Haced memoria de las maravillas que ha hecho, De sus prodigios, y de los juicios de su boca, Oh vosotros, hijos de Israel su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos. Jehová, él es nuestro Dios; Sus juicios están en toda la tierra. El hace memoria de su pacto perpetuamente, Y de la palabra que él mandó para mil generaciones;
1 Crónicas 16:11-15




‘For any man who has a defect shall not approach: a man blind or lame, who has a marred face or any limb too long, ‘a man who has a broken foot or broken hand, ‘or is a hunchback or a dwarf, or a man who has a defect in his eye, or eczema or scab, or is a eunuch. ‘No man of the descendants of Aaron the priest, who has a defect, shall come near to offer the offerings made by fire to the Lord. He has a defect; he shall not come near to offer the bread of his God.
[1]

What is a hunchback exactly? I did a little research and found that the majority of the people that suffer from this condition have the problem because of poor posture. Over a period of years they sit, walk and stand in a crouched over position. The weight of their own torso causes their back to become deformed. It becomes a painful condition, can make breathing difficult and in extreme cases can cause death; so you’d better sit up straight while you read this! The person that suffers from this condition is unable to carry heavy things because their back can no longer support it. For these reasons, a hunchback couldn’t serve in the tabernacle.


Spiritually speaking this passage has to do with the person that bears the weight of the ministry on their shoulders. They live a life of sin because they’re always worried. Yes, worrying is a sin. In Matthew 6 alone, Jesus tells us not to worry 5 times! Worry is a sin because it fails to let God be God. When we worry, we’re saying that God isn’t in control. He’s unable to handle what comes into our lives. Some people worry so much that when everything is going well, they think something must be wrong and so they worry about it. The opposite of worry is trust of faith. Faith is what pleases God. Faith allows us to relax and see how God will work all of those situations out in His time.

Some reasons we should stop worrying are:

Worrying doesn’t glorify God.
Worrying distracts us from the ministry that God has called us to and robs us of the strength to do that ministry.
Worrying puts the focus on us and our capacity to solve a problem rather than focusing on God and seeking to minister to others.
Worrying brings physical and emotional consequences which can prove hurtful over a long period of time.
There are other reasons as well but these should be enough to convince us.

If the Lord commands us to trust Him and not to worry then that means that it is an option. We can, under the influence of the Holy Spirit, choose to trust the Lord and not worry.
If you realize that you’ve been worrying a lot lately and that has you worried, don’t worry about it. Ask the Lord for His help. Spend more time in His word. One other piece of advice would be to remember some of the times you have worried in the past and remember how faithful God has been to you. He won’t let you down this time either.

Seek the Lord and His strength;
Seek His face evermore!
Remember His marvelous works which He has done,
His wonders, and the judgments of His mouth,
O seed of Israel His servant,
You children of Jacob, His chosen ones! He is the Lord our God;
His judgments are in all the earth. Remember His covenant forever, The word which He commanded, for a thousand generations
,

[2]

1 Chronicles 16:11-15
[1]The Holy Bible, New King James Version, (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, Inc.) 1982.
[2]The Holy Bible, New King James Version, (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, Inc.) 1982.

2 comments:

Anonymous said...

hi pastor brian


Como estan es marco laura los saludaba ,para saber como estan en koinonia saludos para todos que dios los guarde chao

Anonymous said...

Marco,

Estamos bien. Gracias por escribirnos. ¿Cuando vienen?

Brian