Thursday, April 19, 2007

Es Obsceno It´s Obscene

“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.”
Colosenses 3:8-10


Una tarde, hace años, un pastor cristiano fue a una reunión en la que compartió varios chistes muy graciosos. La prensa estaba presente porque era un pastor muy conocido. Como el pastor tenía planeado compartir los mismos chistes al día siguiente en otras reuniones, les pidió a los periodistas que no los repitieran en los artículos que iban a publicar. Así que al día siguiente, uno de los artículos decía: “el pastor dijo varios chistes que no se pueden repetir en el periódico”.

Hemos estado hablando acerca de todo lo que tenemos que quitar de nuestras vidas antes de vestirnos del hombre nuevo, según lo enseña Pablo. Ayer hablamos de la blasfemia. La blasfemia tiene que ver con nuestra lengua, con lo que decimos. Hoy veremos la necesidad de no pronunciar palabras deshonestas. Creo que la Nueva Versión Internacional lo traduce mejor cuando lo llama “lenguaje obsceno”. Pero antes de hablar del lenguaje obsceno quiero comentar algo acerca de las palabras en general.

El lenguaje que usamos es muy importante. Podemos hacer mucho bien o mucho daño con nuestras palabras. Job sentía mucho dolor físico y estaba muy incómodo cuando llegaron sus amigos para “consolarlo”. En vez de ayudarlo le causaron más sufrimiento. Después de aguantarlos, les preguntó:
“¿Hasta cuándo van a estar atormentándome y aplastándome con sus palabras?”. Jesús dijo que tendremos que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayamos pronunciado. También dijo: “De la abundancia del corazón habla la boca”.

Si usamos un lenguaje obsceno, realmente mostramos que necesitamos un cambio de corazón. Para apreciar lo que Pablo dice aquí tenemos que volver a los versículos 1 y 2 del mismo capítulo 3 de Colosenses, donde dice: Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Cuando dice “concentren su atención” se refiere a la mente pero también a las afecciones o deseos. Entonces, si realmente queremos quitarnos ese lenguaje obsceno es necesario que experimentemos un cambio de corazón. A lo largo de los años he visto a muchos hombres que antes de conocer a Cristo hablaban como pescadores, pero que en un corto tiempo cambiaron completamente su vocabulario. Es que llegaron a conocer al Dios de la pureza. Si estás luchando con palabras sucias, no necesitas cambiar únicamente la ropa exterior, también debes cambiar la ropa interior de tu corazón.



“But now you yourselves are to put off all these: anger, wrath, malice, blasphemy, filthy language out of your mouth. Do not lie to one another, since you have put off the old man with his deeds, and have put on the new man who is renewed in knowledge according to the image of Him who created him.”
[1]
Colossians 3:8-10

Years ago a Christian pastor went to a meeting one afternoon where he told various jokes that were really funny. The press was at the meeting because the pastor was very well known. Knowing that he would be speaking at several different meetings the next day, the pastor asked the reporters to kindly refrain from repeating the jokes in the news so that he could tell them at his meetings the next day. An article in one the local papers the next morning read, “the pastor told several jokes that cannot be repeated in this newspaper.”

We’ve been talking about the things that Paul mentions that we have to take off before we can put on the new man as Christians. Yesterday we talked about blasphemy. Blasphemy has to do with our tongue, with what we say. Today we’re looking at the need to take care of that filthy language.

Words are so important. We can do so much harm or so much good with our words. At one point when Job was suffering so much physical pain and discomfort his friends came by. They only added to his suffering instead of helping. After putting up with them he said,
“How long will you torment me and crush me with words.” Jesus said that we will have to give an answer for every careless word we say. (Matthew 12:36). Jesus said that, “out of the abundance of the heart, the mouth speaks.”

If we’re dealing with a filthy mouth it really shows us that we need a heart change. To really appreciate what Paul is saying here, we’ve got to go back to verses one and two in this chapter, they say,
If then you were raised with Christ, seek those things which are above, where Christ is, sitting at the right hand of God. Set your mind on things above, not on things on the earth." [2] The word mind, in verse 2 is phroneo in the Greek. It has to do with the mind but it speaks to us of the affections too. And so if we really want to get rid of the filthy language we need a heart change. Over the years I’ve been a witness to so many men that spoke like fishermen before getting to know the Lord but in a short time, their whole vocabulary changed. They had gotten to know the God of purity. If you’re struggling with filthy language, don’t just change your outer clothing. Change your heart.


[1]The Holy Bible, New King James Version, (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, Inc.) 1982.
[2]The Holy Bible, New King James Version, (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, Inc.) 1982.

2 comments:

Anonymous said...

Que bien pastor brian
Espero que Dios los bendiga grandemente en la conferencia y que el senor se manifieste alli
marco laura...

Anonymous said...

Gracias Marco,

Estamos orando por ustedes.
Nos vemos pronto.

Haciendo discípulos en El Perú,


Brian Vander Kodde