1 Reyes 18:42 "Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas."
Los médicos dicen que mantener una postura correcta nos ayuda en muchas áreas de nuestra vida. Contribuye a mantener los huesos y las articulaciones correctamente alineados, y también a reducir el estrés en los ligamentos. La buena postura impide que el cuerpo se moldee de manera anormal. Al mismo tiempo, produce menos cansancio en el cuerpo porque los músculos se utilizan más eficientemente y consumen menos energía. Igualmente, nos da una mejor y más saludable apariencia. La persona con una mala postura tiende a sufrir de dolores musculares y de columna. Y la ausencia de dolor contribuye a tener un semblante más juvenil y saludable.
Lo interesante es que la Biblia nos habla de nuestra postura espiritual como algo que también es importante. En el capítulo 18 de 1 Reyes dice que cuando Elías le avisó al rey Acab que volvería a llover después de tres años se sequía, éste se fue a su casa y comenzó a comer y beber, tal como el profeta le mandó. Elías, en cambio, cuando escuchó la buena noticia acerca de la tormenta venidera, se postró en tierra y puso su rostro entre las rodillas. Se humilló y comenzó a orar. Al recibir una buena noticia, ¿cuál es tu actitud? ¿Cómo respondes? Creo que podemos aprender mucho observando la conducta de Elías.
Las promesas de Dios son muy importantes pero a veces sólo las conseguimos cuando nos humillamos y oramos. Y es que nunca estamos en un nivel más bajo y ni en actitud más humilde que cuando oramos. Elías mandó a su siervo a subir y mirar. El hecho de que nos humillemos y oremos no significa que estemos sin esperanza. Todo lo contrario, oramos porque sabemos que Dios nos ha dado una promesa. Y podemos aferrarnos a esa promesa aun cuando todavía no la veamos cumplida. Dios es fiel. Él lo hará.
Si queremos que la columna de nuestro espíritu esté bien alineada, reducir el estrés y evitar que en el futuro tengamos un espíritu con malformaciones, debemos mantener una postura espiritual adecuada. Si deseamos experimentar menos cansancio y evitar dolores innecesarios, tenemos que humillarnos. Para mantener una apariencia y un semblante espirituales más juveniles y saludables, tenemos que orar y orar con fe.
1 Kings 18:42 So Ahab went up to eat and drink. And Elijah went up to the top of Carmel; then he bowed down on the ground, and put his face between his knees,..."
Doctors tell us that maintaining proper posture helps us in so many areas of our lives. It helps us to keep our bones and joints in correct alignment. It helps us to decrease stress on our ligaments. It prevents the spine from getting molded and accustomed to an abnormal position. It prevents fatigue because we can use our muscles in a more efficient manner and thereby use less energy. Maintaining good posture also allows us to have a better appearance. The person that has poor posture is more likely to suffer backaches and muscular pain. A lack of pain can contribute to a more youthful and healthy countenance.
It’s interesting that the Bible tells us that our spiritual posture is important as well. 1 Kings 18 tells us that when Elijah told King Ahab that after 3 years of drought it was finally going to rain, Ahab went to his house to eat and drink just as the prophet had told him to do. Elijah, on the other hand, upon hearing the good news of the oncoming storm, bowed down on the ground and put his face between his knees. He humbled himself and began to pray. What is your attitude? How do you respond when you hear some long awaited good news? As the people of God, I believe Elijah’s response teaches us something very important.
The promises of God are so important but there are times when we must take hold of those promises by humbling ourselves and praying. We are never lower; we are never more humble than when we truly pray. Elijah told his servant to look up. Being humble and praying doesn’t mean that we are without hope. It’s the opposite. We pray because we know that the Lord has given us a promise. We can hold on to that promise even when we don’t see the answer yet. God is faithful and He will bring it to pass.
If we want to have our lives aligned correctly, if we want to decrease stress and avoid being malformed in the future, we must maintain proper spiritual posture. If we want to prevent fatigue and avoid unnecessary pain we must humble ourselves. In order to maintain a more youthful and healthy spiritual countenance, we’ve got to pray, and pray with faith.
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