"Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales." Génesis 3:7
"Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió." Génesis 3:21
Ya iniciamos el año nuevo. Ahora estamos esperando con ganas a ver lo que pasará en el año 2007. Algunas personas, especialmente en lugares como Nueva York y Paris están muy interesadas en ver los estilos de vestir que van a aparecer. ¿Qué harán los diseñadores de ropa de alta moda que asombrará a la gente? En los últimos años nos han mostrado vestidos hechos de chocolate, papel aluminio, plástico y otras cosas nuevas. La ropa ha sido importante para el ser humano desde los tiempos de Adán y Eva. El primer estilo era ropa hecha de hojas higuera. Fue un estilo que no duró, ni un año.
Cuando Adán y Eva pecaron, comenzaron a entender algo que no habían imaginado. Se dieron cuenta que estaban desnudos delante de Dios. Siempre era así pero antes no habían tenido razón por esconderse. Después de pecar entendieron que el problema era más grande que simplemente comer una fruta prohibida. No era un problema superficial sino un problema que cambió su forma de ver a si mismo y cambió su relación con Dios. Entendieron que ellos mismos eran el problema y por eso intentaron taparse y tapar su pecado con hojas de higuera. Estaban avergonzados a ellos mismos y delante de Dios.
Imagínense, la hoja era muy incomoda, picaba a la piel, no era muy durable, se secaba y se encogía, dejando huecos y así destapaba lo que ellos desesperadamente, querían tapar. ¡Que frustrante! ¡Que ineficiente! ¡Que temporal!
Después de ser confrontados por Dios y comprender que tenían que sufrir las consecuencias de su desobediencia, Dios les mostró la misericordia. Ellos merecían la muerte pero Dios sacrificó un animal y así los vistió con la piel de ese animal. Ya no tenían que vivir avergonzados. Su vergüenza estaba tapada.
Gracias a Dios, nosotros como pecadores, como cristianos nacidos de nuevo hemos recibido el beneficio de un sacrificio. No es el sacrificio de un animal. La ropa que Dios hizo para Adán y Eva se gastaba también. El sacrificio que Dios nos ha dado en Su Hijo Jesucristo nos ha provisto algo que nos tapa completamente y dura para la vida eterna. Es tan bueno que nos quita la culpabilidad y la vergüenza por completa.
La próxima vez que peco, intentaré recordar de no coser una ropa hecha de hojas de higuera que hablan de mis propios esfuerzos. Voy a recordar que Dios me ha hecho una vestimenta. Él me ha dado, atravez de su sacrificio en la cruz algo que me perdona, me renueva y me quita la vergüenza. Gracias Señor Jesús. Tu sacrifico es durable y en el caso de nosotros como Cristianos, nunca dejará de estar de moda.
“Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.” Hebreos 9:13-15
Then the eyes of both of them were opened, and they knew that they were naked; and they sewed fig leaves together and made themselves coverings. Genesis 3:7
Also for Adam and his wife the LORD God made tunics of skin, and clothed them. Genesis 3:21
Here we are in 2007. We’re anxiously waiting to see what will happen this year. Some people, especially in places like New York and Paris are anxious to see what the new clothing styles will be. What will the designers produce this year that will get the people talking? Some of the newer designs the last few years have been clothing made from things like chocolate, aluminum foil and plastic. Clothing has been important to us since the time of Adam and Eve. The first clothing style had to do with fig leaves. That style didn’t even last one year.
When Adam and Eve sinned, they began to understand something new that they had never even imagined before. They were naked before God and each other. They had always been naked but before sinning, they had nothing to hide. They realized that their problem was much bigger than just eating a piece of forbidden fruit. Even though they tried to cover themselves with fig leaves, they realized that their problem wasn’t just skin deep. They themselves were the problem. Their very being was shameful before God and their problem affected their relationship with God and with each other. Trying to cover up their problem with fig leaves wasn’t a good answer.
Can you imagine what it would be like to wear fig leaves? The leaf was uncomfortable. It made them itchy. It didn’t last long. The leaves would dry up and shrink. Some of them would fall leaving big holes in the areas that they so desperately wanted to cover. How frustrating! How inefficient! How temporary!
After being confronted by God and realizing that they would have to face the consequences of their sin, God showed them mercy. They deserved to die right then and there but God sacrificed an animal and clothed them with its skin. They didn’t have to be ashamed anymore. Their shame was covered up.
Thanks to God that we, as sinners that have been born again have benefited from the sacrifice that Jesus made for us on the cross. Even the tunics that God made for Adam and Eva wore out eventually but Jesus sacrifice will last for all eternity. It covers us completely and not only covers us; it even forgives us and takes away our guilt and shame.
The next time I sin I’m going to try and remember not to cover myself with fig leaves, (my own efforts). I’m going to thank God for His sacrifice that provides me the clothing I need. For us as Christians, His sacrifice will never wear out and will never be out of style.
For if the blood of bulls and goats and the ashes of a heifer, sprinkling the unclean, sanctifies for the purifying of the flesh, how much more shall the blood of Christ, who through the eternal Spirit offered Himself without spot to God, cleanse your conscience from dead works to serve the living God? And for this reason He is the Mediator of the new covenant, by means of death, for the redemption of the transgressions under the first covenant, that those who are called may receive the promise of the eternal inheritance. Hebrews 9:13-15
Tuesday, January 02, 2007
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